Ansiedad y ancianidad: un recuerdo – Mamerto Menapace.

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    “A veces la vida nos da la oportunidad de parar, o al menos de ir
    más lentamente para poder ver mejor lo que nos rodea.
    Empezamos a tener tiempo y a detenernos a conversar con las
    cosas, con los demás y sobre todo con nosotros mismos.
    Comenzamos a observar todo lo que llevamos dentro y que no
    conocíamos.
    Descubrimos lo inmediato, aquellas cosas y personas con las que
    siempre vivimos pero con las que no entrábamos en diálogo”.